Originalmente, en la filosofía griega, se refiere a un cambio fundamental en la mente o el espíritu, una transformación profunda del pensamiento, la perspectiva o la manera de vivir.

En un contexto psicológico y terapéutico, la metanoia puede entenderse como un cambio significativo en la forma en que una persona piensa sobre sí misma, sus circunstancias o sus relaciones, a menudo asociado con un crecimiento personal, un despertar espiritual o una mejora en la salud mental.

En algunos contextos religiosos, especialmente en el cristianismo, la metanoia se refiere a un arrepentimiento genuino y un cambio de corazón que lleva a una transformación espiritual y moral.

En resumen, la metanoia implica un cambio profundo y significativo en el pensamiento, la percepción o el comportamiento de una persona, a menudo con implicaciones importantes para su vida y su desarrollo personal.